P. Leonardo González, MC

Va una serie de consejos para considerar en la oración. Se trata de elevarse interiormente, así que a ¡pedir mucha gracia! Tanto más recibiremos cuanto más pidamos.

  1. Deseos de conocer la Voluntad de Dios: San Ignacio nos dice que el fin de los Ejercicios Espirituales es “Buscar y hallar la Voluntad de Dios”. Aumentemos los deseos y peticiones para llegar a estas luces divinas.
  2. Buscar a Dios: solemos huir de Dios. Se trata de buscarlo, poner los medios. Y al encontrarlo, hablar con El. “Nadie te buscaría, si ya no te hubiera encontrado”, dice S. Agustín.
  3. Grande ánimo y Generosidad: dice S. Ignacio, que los que han de entrar a hacer los Ejercicios espirituales deben entrar con “grande ánimo y generosidad”, o sea, con grandeza de alma, de no negarle nada a Dios de lo que El me pida. Estar dispuesto a entregarlo todo por el amor de Dios. Si Dios me pide esto se lo doy.
  4. Sinceridad: en ser transparente con Dios, conmigo mismo y con el director espiritual o confesor.
  5. Espíritu sobrenatural: estar abiertos al mundo invisible que se abre con el don de la Fe.
  6. Espíritu de piedad: “cuando ores, entra a tu cuarto y ora a tu Padre que ve en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará” (N. S. Jesucristo). Hablar con Dios como a un Padre, como un amigo habla a su amigo.
  7. Vida interior y silencio: olvido del mundo, del ruido, de sus colores, fantasías e ilusiones. Buscar a Cristo en el interior. S. Agustín enseña a mirar dentro nuestro y dice “No quieras salir, porque dentro tuyo está la Verdad”. “No busque afuera, en las barcas, en las ovejas, busca dentro tuyo…” Cristo es la Verdad, que habla sin sonido de palabras.
  8. Fidelidad a la gracia: Dios tiene un plan y un plan de gracias que llevará a cabo si somos fieles a cada gracia que se nos presente.
  9. Mortificación: ofrecer sacrificios junto con la oración.
  10. Confianza: en que a pesar de nuestros pecados y limitaciones Dios me sigue llamando a la santidad y a la perfección.
  11. Santidad: no se hacen Ejercicios espirituales para ser buenos, sino para ser santos. Se trata de buscar la santidad, la perfección de mi estado y poder vivir las virtudes heroicas del Evangelio. En donde Dios me quiere y como Dios quiere.
  12. Pedir a la Santísima Virgen, Medianera de todas las gracias, entrar a sacar un gran fruto espiritual de los Ejercicios espirituales.